La explotación descontrolada del agua en Yucatán ha encendido las alarmas entre organizaciones ciudadanas, que denuncian que grandes industrias se han apropiado del recurso en detrimento de la población local. En Hunucmá, tres empresas concentran el 67 por ciento del agua disponible, dejando a los habitantes con apenas el 33 por ciento restante.
Cuauhtémoc Jacobo Femat, integrante del Consejo Ciudadano por el Agua de Yucatán (CCAY), advirtió que la Cervecería Yucateca, Bachoco y Kekén figuran entre los principales concesionarios de agua en el estado, beneficiándose de un sistema que, según denuncian, ha mercantilizado el recurso natural.
“Nos quieren seguir vendiendo el discurso de que el agua en el estado nunca se va a acabar”, señaló, al advertir que en las últimas dos décadas la disponibilidad del líquido ha disminuido en un 64 por ciento.
Las cifras son contundentes: Bachoco, junto con Industria Avícola del Sureste, controla un millón 772 mil 756 metros cúbicos de agua en Hunucmá, lo que representa el 23.5 por ciento del total que maneja en Yucatán. Cervecería Yucateca, por su parte, posee concesiones por 7 millones 393 mil 774 metros cúbicos en la región, mientras que Kekén contribuye con parte de los 8 millones 267 mil 355 metros cúbicos que tiene asignados en el estado.
El problema no solo radica en la cantidad de agua utilizada, sino en las estrategias de acaparamiento de territorio. Se ha denunciado que Bachoco intentó cercar un camino público en Hunucmá y apropiarse de un terreno privado, generando conflictos con la comunidad.
Para Teresa Vaught Charruf, también del CCAY, la raíz del problema es la Ley de Aguas Nacionales (LAN), vigente desde 1992, que convirtió el acceso al agua en un sistema de concesiones sujetas a compraventa. “Se creó un mercado del agua en el que las grandes empresas pueden apropiarse del recurso, dejando a las comunidades con acceso limitado”, criticó.
Además, la presión sobre los acuíferos de la región podría intensificarse con la llegada de nuevos desarrollos inmobiliarios en las carreteras Mérida-Tetiz y Caucel-Hunucmá, lo que aumentaría la demanda de agua en una zona donde ya es un bien limitado.
Ante esta crisis, el Consejo Ciudadano por el Agua de Yucatán y el recién formado Grupo Promotor del Agua de Hunucmá han reforzado su lucha para exigir una legislación que garantice el derecho humano al agua y frene el acaparamiento del recurso por parte de las industrias.
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