A través de una demanda de amparo, la agrupación maya de la comunidad de Homún, Ka’anan Ts’onot (Guardianes de los cenotes), que lleva más de 7 años luchando en contra de una granja porcícola en la zona, consiguió una suspensión provisional para que los cenotes que conforman el Anillo de Cenotes, sean reconocidos como sujetos de derechos.
Con el fin de que las autoridades tomen las acciones necesarias para proteger, conservar y restaurar todo el daño que se ha causado a esta zona.
Para la guardiana de los cenotes, Maribel Ek Can, y quienes nacieron cerca de la reserva, los cenotes significas un tesoro natural y una “gran inmensa generosidad de la naturaleza” que urge proteger, pues tiene vida y dueño: la comunidad maya y la misma naturaleza que fluye sobre estos ojos de agua.
De acuerdo con la organización, dicho amparo se presentó frente a “la omisión de las autoridades federales, estatales y municipales”, de reconocer a los cenotes como sujetos de derechos y establecer medidas que pongan freno a la creciente situación de afectación ambiental y territorial que se vive en la zona denominada Reserva Geohidrológica Anillo de los Cenotes, a pesar de que dicha comunidad lo solicitó desde hace más de un año”.
Lourdes Medina Carrillo, abogada del colectivo maya, en febrero del 2022 presentaron una solicitud a las dependencias: Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente de México, a la Presidencia de la República, la Secretaría de Desarrollo Sustentable de Yucatán (SDS), al gobernador de Yucatán, y otras autoridades, para implementar acciones que protejan los esta zona de cenotes ante varias amenazas, como son los las mega granjas de cerdos, desarrollos inmobiliarios, plaguicidas, entre otros.
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