En Yucatán más del 70% de las mujeres de 15 años o más ha sido víctima de algún tipo de violencia a lo largo de su vida. En lo que va de 2025 se han registrado seis feminicidios en la entidad, según la Fiscalía General del Estado.
A pesar de que el estado se mantiene entre los de menor incidencia de feminicidios a nivel nacional, las cifras reflejan una problemática persistente. La Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las Relaciones en los Hogares indica que la violencia se manifiesta en todas las etapas de la vida: desde la infancia hasta la vida adulta. El 46% de las yucatecas reportó haber sufrido algún tipo de agresión durante su niñez.
La Fiscalía mantiene abiertas investigaciones por delitos que involucran a mujeres, niñas y adolescentes. Su Unidad Especializada continúa recibiendo denuncias por abuso y agresiones, e incluso se ha reportado este año un proceso penal por actos lascivos en contra de una menor de 11 años, lo que revela que el riesgo no se limita a los homicidios.
También se han registrado agresiones en el entorno familiar y de pareja. El 45% de las mujeres que han tenido una relación afectiva sufrió violencia por parte de su pareja, y el 23% la vivió apenas en el último año. En los hogares, el 11% enfrentó episodios similares, mientras que en centros laborales una de cada cuatro mujeres ha sido víctima.
Otros espacios que deberían ser seguros también presentan indicadores de riesgo. El 65% de las agresiones cometidas en la vía pública proviene de desconocidos, y tres de cada diez mujeres han sufrido violencia en escuelas o instituciones educativas. Una cuarta parte la vivió en los últimos doce meses.
Como parte de las acciones oficiales, la Fiscalía publicó en 2025 el Acuerdo FGE 12/2025 para regular el Protocolo de Actuación Ministerial, Policial y Pericial en casos de feminicidio y reforzó la atención integral para víctimas a través del Centro de Justicia para las Mujeres. Sin embargo, organizaciones feministas advierten que muchas agresiones no llegan a denunciarse, lo que podría ocultar un subregistro mayor.
Especialistas señalan que la violencia de género en Yucatán no solo se sostiene por su prevalencia, sino por su normalización social. Aunque existen estructuras institucionales para atención y acompañamiento, la realidad muestra un fenómeno que atraviesa hogares, espacios públicos, centros educativos y relaciones personales, y que sigue cobrando vidas en la entidad.
