Con trajes de cerdo y pancartas, activistas de Mercy For Animals y ciudadanos protestaron en la Plaza Grande de Mérida para exigir mejores condiciones para los animales explotados en granjas industriales del estado.
La manifestación formó parte de la campaña #SOSYucatán, que denuncia el impacto de las mega granjas sobre el medio ambiente, la salud comunitaria y el bienestar animal. Más de 22 mil personas han respaldado esta exigencia a través de una petición pública ignorada hasta ahora por las autoridades.
Investigaciones recientes documentaron condiciones alarmantes en dos instalaciones: cerdos enfermos sin atención, hacinamiento, suciedad extrema y presencia de cadáveres. Una de estas granjas, ubicada en Santa María Chi, fue clausurada temporalmente por Profepa por falta de permiso para descargar aguas residuales.
En otra instalación se registró el uso de jaulas de gestación tan pequeñas que impiden que las cerdas se muevan o interactúen con sus crías. El confinamiento constante provoca estrés severo y múltiples lesiones.
Los activistas estiman que existen más de 800 granjas en Yucatán, muchas sin control ambiental. Acusan que esta industria consume grandes volúmenes de agua y contamina los mantos freáticos, afectando a poblaciones cercanas.
Muestreos realizados por Greenpeace detectaron niveles de contaminantes que superan las normas oficiales en pozos, cenotes y desagües cercanos a estas instalaciones. Los habitantes de Santa María Chi reportan olores fétidos, plagas de moscas y gritos constantes de los animales.
“Ni una granja industrial más”, fue el mensaje central de la protesta, en la que se exigió frenar la expansión de esta industria en el estado.
