Una nueva asociación, Unidos por Sisal, formada por activistas y residentes del puerto de Sisal, declarado Pueblo Mágico en 2020, ha surgido con el objetivo de detener el daño ambiental y frenar la construcción de proyectos inmobiliarios ilegales en la zona.
Guillermo Acosta Simón, junto a Juan Carlos Cabeza López y Víctor Paré, residentes de Sisal, lideran esta iniciativa que busca combatir el ecocidio que enfrenta la región debido a proyectos inmobiliarios que no cumplen con las normativas ambientales establecidas por la Profepa y la Semarnat.
Acosta Simón lamentó que muchos de estos desarrollos estén llevándose a cabo sin los permisos adecuados, resultando en la deforestación del 90% del terreno, incluso llegando a desaparecer la primera duna de la zona.
El impacto de estos proyectos ha sido calificado como “irreversible” por parte de la asociación, que busca proteger la voz de la naturaleza ante los intereses económicos de los desarrolladores.
Los principales puntos de acción de Unidos por Sisal incluyen el impulso de un desarrollo económico sostenible, la promoción de prácticas responsables con el medio ambiente y el respeto a la comunidad y sus aliados.
Entre las medidas que la asociación buscará implementar se encuentran la promoción del turismo responsable, la exigencia de servicios gubernamentales adecuados y una respuesta eficaz ante emergencias y desastres naturales.
Además, se buscará participar activamente en las decisiones urbanísticas, controlar la proliferación de construcciones ilegales y promover la educación ambiental entre la población.
Unidos por Sisal llama a la colaboración de todos los sectores de la sociedad yucateca para proteger el patrimonio natural y cultural de la región, asegurando un futuro sostenible para Sisal y sus habitantes.
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