Aunque este año se prevé una sequía fuerte, que inclusive podría adelantarse para principios del mes de febrero, y verse apuntalada por los efectos de “El Niño” (fenómeno climático que calienta la atmósfera y cambia los patrones de circulación en todo el mundo), Yucatán, a diferencia de otros estados del país, no tendrá problemas de abasto de agua subterránea, aseguró el meteorólogo de la Universidad Autónoma de Yucatán (Uady), Juan Vázquez Montalvo.
El consultor hidrometeorológico indicó que quedan los remanentes de 2020, cuando las tormentas “Cristóbal”, “Gamma” “Delta” y “Zeta” ocasionaron que el acuífero alcanzara los 5.2 metros sobre el nivel del mar.
“Ahora, el nivel del manto se encuentra 1.6 metros sobre el nivel del mar, cuando lo habitual debe ser 0.8 metros, por lo que tenemos un buen nivel y no padeceremos por falta de agua a pesar de la sequía y ausencia de lluvias que se prevé para este 2024”, explicó.
“El año pasado hubo mucho bochorno por la ausencia de lluvias. En la temporada de sequía, la temperatura más alta se registró el 4 de mayo, con 40.9 grados en Mérida, y 43 grados en Chocholá. Lo que ocurrió fue que fueron 15 días de calor insoportable en mayo, y el mes de junio fue el más seco desde 1992”, expuso.






