La Secretaría de Protección Civil de Yucatán (Procivy) informó que los movimientos sísmicos detectados en la entidad durante los primeros días de diciembre fueron de baja intensidad y no generaron daños en infraestructura ni riesgo para la población.
Entre los eventos más recientes se incluyen tres sismos registrados el 5 de diciembre: uno de magnitud 4.1 al noreste de Ticul y dos más, de 3.5 y 3.7, al sur de Muna. Ninguno de estos movimientos activó la alerta sísmica por no cumplir con los criterios establecidos de magnitud y distancia.
Procivy explicó que la estabilidad de la Península de Yucatán se debe a que se asienta sobre una plataforma de roca caliza, lo que limita la intensidad de los sismos y los hace menos frecuentes que en otras regiones del país.
Los temblores reportados están vinculados a la Falla de Ticul, una de las principales estructuras geológicas de la zona, que históricamente ha provocado únicamente sismos menores, considerados de muy baja frecuencia sísmica.
Aunque México forma parte del Cinturón de Fuego y es altamente sísmico, la Península de Yucatán se mantiene como una región estable, sin condiciones para movimientos fuertes similares a los que ocurren en estados del sur del país.
Procivy mantiene vigilancia constante de la actividad sísmica y recomienda a los habitantes mantener la calma, asegurando que estos eventos recientes son normales en la región y no representan peligro para la población ni sus bienes.






