Las parteras tradicionales recuperaron un papel central durante el encuentro cultural celebrado este fin de semana, donde su participación fue presentada como parte esencial del cuidado comunitario y de la memoria ancestral. Mujeres de distintas comunidades recordaron que su oficio persiste pese a la falta de reconocimiento y a las limitaciones con las que operan diariamente en zonas rurales.
El evento reunió prácticas, saberes y expresiones que han sobrevivido fuera del sistema médico oficial, donde las parteras continúan atendiendo nacimientos sin la infraestructura necesaria, pero con la confianza que sus comunidades les otorgan. Para algunas asistentes, este tipo de espacios es también una forma de visibilizar un trabajo históricamente relegado a la sombra.
En la misma jornada participaron grupos folklóricos provenientes de distintos municipios, que llevaron música, danza y rituales al público asistente. Sus presentaciones mostraron la diversidad cultural que se mantiene viva a pesar de la migración, el desinterés institucional y los recortes culturales que han golpeado a colectivos comunitarios en los últimos años.
Durante el evento se escucharon testimonios sobre las dificultades para sostener la transmisión del conocimiento a nuevas generaciones, especialmente en la partería, donde la falta de apoyos formales y la presión del sistema médico pone en riesgo la continuidad de la práctica. Las participantes insistieron en que la atención primaria durante el embarazo no puede depender exclusivamente de hospitales saturados o alejados de las comunidades.
Asistentes destacaron que la vigencia de estos oficios se sostiene por la organización local más que por políticas públicas, una realidad que ha sido reiterada por especialistas en salud comunitaria. Señalaron que, sin iniciativas claras para fortalecer la formación de nuevas parteras, se corre el riesgo de perder un saber que ha acompañado a miles de mujeres antes y después del parto.
El encuentro concluyó con un llamado a mantener viva la tradición y a integrarla en los sistemas actuales de salud sin desplazarla. Mientras tanto, las parteras rurales continúan trabajando con lo que tienen: conocimiento, experiencia y una red comunitaria que se mueve más rápido que cualquier estrategia oficial.






