Una pista de motocross en Chicxulub Pueblo, Yucatán, quedó detenida tras descubrirse que su construcción avanzaba sin los permisos ambientales correspondientes. La remoción de vegetación nativa en más de cuatro hectáreas llamó la atención de las autoridades federales.
El terreno afectado corresponde a selva baja caducifolia, donde se niveló el suelo, se abrieron caminos de material pétreo y se instalaron obstáculos, saltos y curvas propios de las actividades deportivas. Todo esto alteró la dinámica natural del ecosistema.
La falta de autorización para el cambio de uso de suelo llevó a la suspensión inmediata de las obras. La medida busca prevenir daños mayores mientras se determina si los permisos pueden ser regularizados o si el proyecto debe detenerse de forma definitiva.
Expertos señalan que la intervención humana en este tipo de ecosistemas puede tener consecuencias duraderas sobre la biodiversidad y el equilibrio ecológico local, afectando tanto a la flora como a la fauna de la zona.
Habitantes de la región han mostrado preocupación por la expansión de este tipo de proyectos en áreas forestales, argumentando que es necesario garantizar que la recreación y el deporte no comprometan los recursos naturales.
La Profepa mantendrá supervisión constante sobre el predio hasta que se cumpla la normativa ambiental, enfatizando la necesidad de equilibrar desarrollo y conservación en Yucatán.
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