Al descubrirse la remoción ilegal de vegetación y el cambio no autorizado de uso de suelo en 1.85 hectáreas de selva baja caducifolia en la Reserva Ecológica Cuxtal, PROFEPA clausuró temporalmente un predio en Mérida donde se planeaba instalar un centro de captación de residuos sólidos urbanos.
Durante la inspección, los funcionarios detectaron maquinaria pesada removiendo vegetación nativa. Los equipos fueron asegurados y se colocaron sellos de clausura para detener de inmediato las actividades ilegales.
Cuxtal no es un terreno cualquiera. Desde 1993 es Área Natural Protegida y en 2022 su superficie se amplió a casi 11,895 hectáreas. Alberga fauna endémica, cuerpos de agua y ecosistemas vitales para la recarga del acuífero que abastece a Mérida, por lo que cualquier alteración compromete recursos estratégicos para la ciudad.
La Procuraduría mantiene abiertos tres procedimientos administrativos por afectaciones similares en Cuxtal. A nivel estatal, otros casos reflejan un patrón preocupante: en Umán, 17 hectáreas de selva mediana caducifolia fueron devastadas por extracción de material pétreo sin permisos, con maquinaria pesada operando ilegalmente.
Este patrón creciente evidencia la presión constante sobre las zonas protegidas y la vulnerabilidad de los mecanismos de control. Por ello, PROFEPA ha reforzado la vigilancia mediante inspecciones periódicas para frenar la degradación de los ecosistemas y proteger los recursos naturales estratégicos.
La autoridad ambiental subraya que la intervención busca no solo detener la actividad ilegal, sino enviar un mensaje claro: el cambio de uso de suelo no autorizado en áreas protegidas tendrá consecuencias legales. La preservación de los ecosistemas es una prioridad que requiere acción y supervisión constante.
