Al exigir justicia por la muerte de un joven bajo custodia en los separos de la Policía Municipal, inconformes incendiaron muebles del Palacio de Tzucacab, Yucatán, generando un siniestro que puso en evidencia la tensión entre autoridades y ciudadanos.
El fuego, que consumió parte del mobiliario y documentos en la planta baja, fue sofocado por bomberos con apoyo del Ejército, aunque la emergencia exhibió la falta de control de las corporaciones de seguridad frente al descontento social.
La manifestación que derivó en el incendio comenzó con exigencias de esclarecimiento por la muerte de Ángel Alejandro CC. La versión de la Policía, que asegura que se trató de un suicidio, fue rechazada por los habitantes debido a inconsistencias y a la demora en notificar a la familia.
En medio de la crisis, el alcalde Eric Fernando Kú Caamal se ausentó de la localidad y no ha dado explicaciones públicas sobre lo sucedido, lo que generó más cuestionamientos sobre la ausencia de liderazgo en un momento de emergencia.
A pesar de los destrozos en un inmueble público, no se reportaron detenciones. La omisión de acciones legales alimenta la percepción de impunidad y aumenta la distancia entre la población y sus autoridades.
El incendio en el Palacio Municipal no sólo dejó pérdidas materiales, también reveló la fragilidad de las instituciones en Tzucacab y el hartazgo de una comunidad que, ante la falta de respuestas claras, recurre a actos de violencia para hacerse escuchar.
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