Una familia del Centro de Motul fue víctima de un intento de extorsión telefónica que evidenció la vulnerabilidad ante este tipo de delitos. La madre recibió una llamada en la que se le aseguró que su hija estaba secuestrada, generando alarma y temor.
La joven, sin embargo, se encontraba en su domicilio y confirmó que no corría ningún peligro. A pesar de ello, la situación expuso la forma en que delincuentes buscan aprovecharse del miedo de las familias para obtener dinero o información.
La Policía Municipal recomendó a la familia acudir a la Fiscalía General del Estado (FGE) para formalizar la denuncia y permitir que se investiguen los números desde los cuales se realizaron las llamadas. Este paso es clave para evitar que los responsables continúen operando sin consecuencias.
Especialistas en seguridad señalan que la prevención y la reacción inmediata son esenciales ante este tipo de engaños. Recomiendan no proporcionar información personal ni bancaria y verificar siempre la situación de los supuestos afectados antes de actuar.
Vecinos y autoridades coinciden en que los intentos de extorsión no solo generan angustia, sino que también reflejan la necesidad de reforzar los protocolos de protección y la coordinación entre policía y fiscalía para atender de manera efectiva estos delitos.
Los habitantes de Motul fueron exhortados a mantener la alerta, denunciar cualquier amenaza similar y difundir la información para evitar que otros ciudadanos sean víctimas de engaños que juegan con el miedo familiar
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