Silencio y opacidad rodean la muerte de un trabajador en planta de Kekén en Yucatán

El accidente ocurrido el 15 de abril en la planta de Kekén en Umán, Yucatán, que resultó en la muerte de un trabajador, ha dejado más interrogantes que respuestas. Cuatro días después, la empresa emitió un comunicado en el que intenta explicar los hechos, pero las versiones oficiales siguen siendo ambiguas, y hasta el momento, las autoridades no han dado a conocer si la planta cumple con las normativas de seguridad laboral.

Según la versión de Kekén, el trágico suceso tuvo lugar en el área de Almacén de Empaque, cuando un elevador de carga se atascó durante las tareas habituales. Al intentar liberarlo, el elevador descendió inesperadamente, lo que provocó que uno de los empleados cayera sobre el techo del equipo, resultando en su muerte. La empresa asegura que cumplió con los protocolos de seguridad y que la atención médica fue inmediata.

Sin embargo, el relato oficial ha sido cuestionado por testigos del incidente, quienes aseguran que hubo una demora en la atención y que las autoridades no pudieron ingresar al área del accidente de manera inmediata. Esta contradicción entre lo dicho por la empresa y lo que afirman los testigos genera dudas sobre la gestión del accidente y la seguridad en el lugar de trabajo.

A pesar de que Kekén afirmó estar colaborando con las investigaciones y de haber establecido contacto con la familia del trabajador fallecido, allegados a la víctima aseguran que hasta ese momento no habían recibido ninguna comunicación por parte de la empresa. Esto ha generado una sensación de abandono y de falta de respeto hacia la víctima y su familia, quienes siguen esperando respuestas.

Lo que agrava aún más la situación es la falta de pronunciamiento de las autoridades. Ni la Secretaría del Trabajo ni ninguna otra entidad estatal o federal han emitido un comunicado que aclare si las condiciones de seguridad en la planta son las adecuadas o si se están cumpliendo las normativas laborales. Esta ausencia de acción oficial ha generado un clima de impunidad, mientras la comunidad y los trabajadores de la planta exigen justicia.

La creciente presión en redes sociales y el clamor de organizaciones laborales piden que se esclarezcan las condiciones en las que ocurrió el accidente y que se tomen medidas para evitar que hechos similares se repitan. Mientras tanto, la incertidumbre sobre lo sucedido persiste, dejando a la familia del trabajador fallecido y a la opinión pública en un estado de expectación y desconfianza.

 

Compartir
Redacción
Redacción