Mexicano detenido en Qatar prepara su salida del país árabe

Manuel Guerrero Aviña, ciudadano con doble nacionalidad británica y mexicana, se alista para abandonar Qatar definitivamente en los próximos días, luego de que un juez ratificara la sentencia emitida el pasado 4 de junio. Esta resolución lo encontró culpable de portación y consumo de drogas, según informó la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE).


Asistencia diplomática en el caso Guerrero Aviña

Desde la publicación del veredicto, el embajador de México en Qatar, Guillermo Ordorica Robles, ha mantenido contacto constante con Guerrero. Este último indicó que, con el apoyo de su abogada, está gestionando los trámites necesarios para su salida del país árabe.

La SRE subrayó que la representación diplomática mexicana ha brindado acompañamiento continuo desde la detención de Guerrero el 4 de febrero. En ese momento, Guerrero fue arrestado bajo sospecha de haber asistido a una cita ilegal en Qatar, y posteriormente se le encontró en posesión de metanfetamina, aunque sus familiares sostienen que la droga le fue «sembrada» en prisión.

Proceso judicial y colaboración internacional

A pesar de los cargos, Guerrero llevó su proceso judicial en libertad provisional desde el 17 de marzo. La Embajada de México en Qatar ha coordinado esfuerzos con la Embajada del Reino Unido en el mismo país, dado que Guerrero también posee nacionalidad británica. Este apoyo ha incluido servicios de traducción, envío de medicamentos y coordinación con la abogada defensora.

Adicionalmente, la embajada ha facilitado reuniones con familiares y ha organizado visitas diplomáticas en varias ocasiones. La Dirección General de Protección y Planeación Estratégica de la SRE también colaboró, contactando a la Secretaría de Salud para asegurar el envío de medicamentos suficientes para cubrir las necesidades de Guerrero durante seis meses.

Sentencia y repercusiones

El 4 de junio, la sentencia emitida por las autoridades judiciales de Qatar condenó a Guerrero a seis meses de prisión, una pena que fue suspendida, y se le impuso una multa de 10,000 riales (aproximadamente 50,000 pesos mexicanos). Esta sentencia es el resultado de un proceso que ha estado bajo constante observación y apoyo de las autoridades diplomáticas mexicanas y británicas.

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